17
Jul, 2017

Lunes 17 de julio

Ayer completamos la mudanza a la escuela primaria y todos contentos porque durmieron calentitos!

Cada Misionero recibió el YOUCAT, catecismo para jóvenes, para que podamos profundizar en nuestra fe y seguir formándonos. Nos organizamos por grupos según los pueblos y hoy ya arrancamos la Misión propiamente dicha. Les compartimos esta foto de una de las carteleras donde cada misionero tiene una uva con su nombre. Allí vamos escribiendo las virtudes que vemos en cada uno para agradecer a Jesús por el DON que cada uno ES. Estamos todos unidos a la Vid, que es Cristo, y nosotros somos esos sarmientos que, unidos a Él, queremos dar mucho fruto para gloria de Dios y bien de las almas. Nos alegramos anoche con los panqueques tan ricos que nos llegaron de algunas mamás, GRACIAS!!!



REFLEXIÓN

Les comparto las reflexiones para la oración de la mañana y la adoración al Santísimo de la noche, para que puedan unirse y rezar con nosotros.

Pedí a distintos Misioneros (alumnos, ex alumnos, adultos) que prepararan estos momentos de oración, y cada día rezamos por quien dedicó su tiempo y cariño para ayudarnos a rezar mejor!

Lunes. Luchi Abades, ex alumna.

Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8

«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Ustedes ya están limpios gracias a la Palabra que les he anunciado. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos…

Meditación

1) Jesús hoy nos dice “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes”
Permanecer es estar, quedarse a lo largo del tiempo, es hacer que algo dure, es ser constante… Es reír y llorar con Él… Es estar siempre con Él, es buscarlo en todo y en todos… Es permanecer amándolo… Es confianza y fidelidad… Es ser su amigo pase lo que pase…

Jesús hoy y siempre te ofrece su amistad, Él es siempre fiel y te ama incondicionalmente… ¿Te animas a ser realmente su amigo y aceptar las consecuencias? Te invito a tener un momento fuerte de encuentro con Jesús… Entrá en dialogo con Él, como hacen los verdaderos amigos… hablale de vos, contale eso más profundo que estás viviendo… y no te olvides que un dialogo es de a dos: en el silencio Él también te habla…

2) El sarmiento es una parte de la vid, una especie de -emanación- de la misma. Y por ambos corre la misma savia. Los sarmientos y la vid no son la misma e idéntica realidad -como no lo son la raíz y el tallo, aunque forman un único árbol; son, más bien, la prolongación de la vid (GS 19).

Oh Jesús, forma en mí tu imagen, para que yo viva para Ti, en Ti, contigo y por Ti… Tú la Vid y yo el sarmiento…

3) El amor de Dios no tiene límites… el amor que está dispuesto a darnos es tan profundo que nos transforma, y es tan puro que se transparenta, se vé, se nota… Tu amor nos cura, nos abraza, seca nuestras lágrimas, nos da vida nueva… Ya no somos los mismos cuando nos dejamos amar por Jesús… Porque Él nos va transformando, nos va formando a su imagen… Su amor tiene el poder de hacernos parecidos a Él… Por su amor nos va transformando cada vez mejor a su imagen y semejanza…

Ayúdame para que todos mis pareceres y opiniones, sean tan semejantes a los tuyos que los demás puedan ver a Cristo en mí.

4) Cuando dejamos que el amor de Dios toque nuestro corazón, cuando realmente nos dejamos amar, vemos que no somos dignos, que su amor es incondicional… que no me pide nada… pero… cómo quedarme con los brazos cruzados? Siento que necesito devolverle todo ese amor… Y ¿qué mejor manera de reponder, que simplemente amando?… pero amando como Él me ama… porque no hay mejor manera de amar! Y en eso va a consistir toda nuestra vida, en intentar amar a los demás como Él nos ama…
Hazme tan paciente como Tú, tan humilde como Tú, tan caritativo como Tú…
Toda la santidad consiste en asemejarse a Jesús, nuestro modelo, nuestro hermano… Amén